sábado, 20 de junio de 2020

Arriesgar y hacer los sueños realidad.


¿Qué es lo que vas hacer tu Carolina?
¿Qué vas hacer cuando las cosas vayan mal?
¿Cómo te las vas a ingeniar cuando ya no tengas mas opciones en la vida?
¿Y como piensas luchar?

Cuantas veces queremos tirar la toalla antes de empezar algo nuevo pensando que lo vamos a fastidiar, que es mejor quedarse donde uno esta y así no sufrir el miedo de fallar.
Fallarse a uno mismo, fallar a los demás. Esas personas que confiaron en ti, que creyeron tanto en que valías mucho.
Y eso te aterra aún más.

Te sientes pequeño, que no vales nada, que no esta hecho el mundo para ti, y te aferras a pensar que donde estas ahora es el lugar más seguro del mundo porque ya lo conoces, porque es fiel a ti, porque no te abandona, porque aquí ya no puedes tirar la toalla.

Pero te replanteas muchas cosas. Si no avanzas, si te estancas, es como no vivir.
Y no has venido al mundo a eso, ¿verdad?
No has venido al mundo a quedarte ahí parado mirando como el resto avanza y tu no haces nada por seguir andando.
Te ahogas, te da ansiedad, te sientes aun más solo que antes aunque estés rodeado de gente.
Te sientes pesado, como si ya no pudieras caminar o respirar. Y piensas ¿esta es la vida que realmente quería para mí? ¿esta es la vida que mis padres deseaban para mí?
Ellos no crearon a una cobarde, a alguien que se rinde y no lucha, a una conformista de la vida.
No murieron para que tu te quedes llorando en una esquina sola, lamentandote de todo lo que has perdido y de lo que a lo mejor ya no tendrás.
Ellos no te querrían ver así. Y por ellos luchas. Caminas. Sientes querer vivir.

Y ante una situación nueva que te ha planteado la vida, te paras, observas, respiras y rezas porque otra cosa no se te ocurre hacer en algunos momentos, más que rezar, rezas a tus padres, a tus ángeles en el cielo, y les pides o más bien suplicas, que no te suelten la mano al caminar. Que tu vas a luchar, si, pero si ellos están a tu lado.
Por que sientes miedo, porque estas solo ante el mundo, porque ahora eres tu quien tiene que luchar.
Por que nadie mas mirará por ti, nadie, aunque tu lo esperas, no lo harán.

Así que les rezas a ellos que siempre están ahí, que te quieren y te vigilan, que su alma no te abandonó nunca, y confías en que te cogen de la mano y te guían.
Te dan esas alas que necesitas para echar a volar a tu nueva vida, a tu nueva aventura, a un nuevo camino.

Y te das cuenta de que has podido levantarte, que has podido hoy derrotar el día, que no ha sido para tanto como te imaginabas que sería. Y sonríes un día más, porque hoy fuiste tu quien lucho, quien gano y quien vuelve a casa victorioso tras un nuevo comienzo que te ha dado la vida.

Y te paras a pensar en cuantas oportunidades a veces no aprovechamos y perdemos por ser cobardes. En querer quedarnos en un sitio aunque sepamos que no somos felices. En pensar que si no nos arriesgamos no tendremos que decepcionar a nadie, cuando en verdad a quien estas decepcionando es a ti mismo y por quien no te arriesgas es por ti, renunciando muchas veces a no perseguir el camino que nos lleva a conseguir nuestros sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario