Amanecer veo desde la
terminal del aeropuerto. A nada estoy de unas horas en que mi día especial del
año llega. Por fin, tras esperar meses y meses llega mi día, el único donde me
permito ser egoísta, el único en el que me permito ser feliz. Esa felicidad que
a veces rozo con los dedos pero que no llego a tocar del todo. Ese momento tan
especial en el que todo ser humano se siente dichoso, completo, radiante,
feliz.
Estoy a unas horas del penúltimo día del penúltimo mes del
año. 29 de noviembre. Y solo pienso una cosa, comenzar a vivir.
Me espera un tiempo duro, lo sé, me espera un momento de
lucha, de riesgos, de elecciones duras que determinaran mi camino en la vida, y
dirán la persona que soy o que quiero ser. Me esperan vivencias que en un
determinado momento de la vida has de querer vivir, de hacer, de realizar, y de
esforzarte por conseguirlo. Y estoy ansiosa, no lo voy a negar, ansiosa de
poder vivir un nuevo camino, una nueva vida.
Hoy escribo mi post 99. Ya son muchos post que he escrito,
muchos meses y varios años que he recogido en mi blog. Son tantas cosas las que
he vivido. Tantas experiencias que he compartido, tanto dolor, tanta sabiduría,
o tantos pensamientos. Un rinconcito a la
inspiración lo llamo yo. Y quiero que a partir de ahora ese rinconcito
sirva también para los demás. Un lugar donde uno se pueda sentir a gusto, donde
uno encuentro consuelo en mis palabras, fuerza, o animo.
Llevo muchos años a lo largo de mi vida embadurnándome en mi
dolor. Bañándome cada día con ello. Sintiéndome rodeada de penas y tristezas. Llevo
años haciéndolo cada día, y no me he sentido culpable ni mal por ello, pero
llega un momento en la vida en la que te cansas y te das cuenta de que así no
vas a ninguna parte. Sé muy bien que no habrá ni un solo día que piense en mi
madre y ahora en mi padre también. Sé que cada paso que dé o cada cosa que haga
pensaré en ellos, seguirán estando ahí para mí. Que la pena y el dolor que
siento no se marcharan nunca, que siempre seguirá ahí. Que son vacios que serán
imposibles de llenar, pero también son vacios que pueden dejar de pesar. Sé que
puedo seguir caminando. Sé que puedo mirar atrás y sentir orgullo por lo que he
tenido, por lo que son para mí, por la fuerza que me dan. Y por cuanto les
quiero.
Porque soy quien soy por ellos. Porque cada día que pasa
quiero parecerme un poquito más a lo que me han dejado como legado. Quiero vivir
la vida como la vivieron. Quiero hacer grandes cosas y sentirme feliz por ello.
Quiero luchar por un mundo mejor. Quiero alzar mi voz y ser escuchada. Quiero seguir
ahí para mi familia y amigos. Quiero saber perdonar y no guardar rencor, porque
sé que eso no sirve de nada. Quiero cerrar viejas puertas que solo me causan
dolor para abrir otras nuevas que me traigan cosas buenas, momentos para
recordar, vivencias de felicidad.
Quiero cerrar los ojos y seguir soñando. Quiero vivir cada día
como si fuera el último. Quiero tocar el cielo una vez más con mis manos. Quiero
saltar, reír, cantar, gritar y ser una loca más por el mundo. Quiero seguir
escribiendo en mi blog un día más, y que esta vez sean solo cosas buenas, cosas
que me pasen, cosas que veo. Luchar. Luchar con la palabra, luchar con el corazón.
Hacer de este mundo algo mejor. Y ser
feliz. Quiero ser feliz con mi gente. Con ellos que una vez más antes las
adversidades me han demostrado que no estoy sola, que están ahí. Que me
quieren, que son parte de mi igual que yo de ellos. Que dicen que soy su ángel
y hacer de ello una realidad.
Y mi familia… quiero ver crecer a mi familia. Quiero ver que
por fin las cosas nos salen bien. Que hay luz en nuestras vidas. Que podemos sonreír
un día más, y que pase lo que pase sepamos que nos tenemos los unos a los otros
como siempre ha sido así.
Quiero escuchar a mi hermano cantar un día, una semana, un
mes, un año más. Quiero estar a su lado. Quiero formar parte de su sueño. Quiero
plasmar en mis fotografías cada momento o recuerdo de noche tras noche en un
escenario. Quiero ser parte de ello y ayudarlo.
Quiero estar con mi hermana noche y día. Quiero ser como
ella. Quiero aprender de su fuerza y su valentía ante la vida. Quiero poder algún
día darle la vida que se merece. Quiero sentir que soy para ella lo que ella es
para mí, apoyo, confianza, amor, hermana. Y estar siempre ahí.
Quiero ver que mi abuela día tras día viene a casa, quiero
seguir escuchando sus quejas, quiero discutir con ella por la comida o por los
platos, o porque si. Quiero darle muchos besos aunque no sea besucona, y quiero
que sepa que siempre voy a estar ahí. Como ella lo está para mí.
Mis amigos… quiero saber perdonar, quiero saber comprender,
quiero saber tolerar y aceptar quienes y como son. Pero también quiero que
aprendan a entenderme, a comprenderme, a tolerarme y quererme tal y como soy. Que
no olviden que siempre estoy para lo bueno y para lo malo, que soy su amiga,
que los quiero, pero que no soy tonta. Que no soy un muñeco ni un pañuelo. Eso no
es amistad.
Me quedan minutos para subir a un avión. Me marcho de viaje
unos días. Celebrare mi cumpleaños como dios manda. Comenzare una nueva vida. Caminare
a un nuevo sol. Veré un nuevo amanecer y espero sentir como eso me cambia la
vida y me hace ver quién soy.
No puedo aferrarme al pasado, pues el pasado siempre se va. Pero
puedo cambiar mi presente para mejorar mi futuro y caminar a donde yo quiera
caminar.
Hoy comenzare una nueva vida. Mi blog llega a su fin. Con el
post 99 y en nada el 100 cerrare una etapa de mi vida. Cerrare una puerta que
ya no pienso abrir. Comenzare un nuevo y espero que mejor camino y deseo que a través
de mis palabras pueda seguir tocando algún corazón solitario, algún alma
perdida o rota, algunos ojos llorosos que no encuentran consuelo, o alguna
persona que se sienta sola.
Hoy espero que en mis días siempre salga el sol.
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