sábado, 9 de marzo de 2013

Hasta pronto compañero!





Cierro los ojos. Son las 6 de la mañana. Entro en la sala 15 del tanatorio M40. Te miro.
Hace casi 12 horas que te fuiste. 12 horas que han sido intensas, llenas de dolor, de lagrimas, de emociones, de recuerdos, de historias, de sonrisas, de agradecimientos, y de te quieros.
Unos te quieros que tal vez lleguen tarde, unos te quieros que ya no serán escuchados, unos te quieros que te abrazan, que te acompañan, que te acarician por ultima vez y que te arropan.
Son las 6 de la mañana. Te miro. Te observo. Estoy aquí como hace una semana, como hace un mes. Y te hablo aunque se que ya no me oyes. Te miro aunque se que ya no me ves.
Y recuerdo tus últimos momentos. Yo cogiéndote de la mano, susurrándote al oído que todo ira bien. Que te queremos, que te adoramos, que estamos contigo a tu lado, y que no te soltare de la mano hasta que no te marches.
Sin miedo, sin pesar, comenzaste a caminar sin mirar atrás a una vida que te esperaba, porque todos sabemos que tú nunca morirás.

Son las 6 de la mañana. Hace casi 12 horas que te fuiste. Hace casi un instante que te estaba viendo sonreír, siendo feliz, echándole morro a la vida, sobreviviendo, resurgiendo una y otra vez, mirando a tu atlético ganar, tocando la guitarra como solo tu sabes, jugando con todas tus sobrinas, echándote unas risas con todos tus sobrinos.
Preparando esas vacaciones con tu hermana y tu amigo de toda la vida, diciendo a tus hijas una y otra vez que son tus preferidas, o sintiéndote orgulloso de que tu hijo se dedique a la música.

Hace un instante estabas ahí sentado prometiendo paellas y vacaciones a diestro y siniestro. Diciendo hoy no, mañana me cortare el pelo. Vistiendo con orgullo tus tatuajes. Presumiendo de unos hijos que te quieren y te admiran por tu coraje con la vida. Hablando siempre bien de la única mujer a la que amaste, y disfrutando de la vida como solo tú sabes.

Se de dos cosas que hoy puedo contar aquí de las que te dije en una de nuestras muchas conversaciones de esta ultima semana.
La primera que envidiaba tu vida porque siempre hiciste lo que querías y lo que te daba la gana y es algo que siempre admirare.
La segunda que si te ibas, te irías con la persona que más quiero en este mundo y que tú siempre amaste.
Y tanto por una cosa o por otra debías de sentirte feliz.

Habrá paellas que se harán, y no estarás. Habrá mil vacaciones a las que se irán y tu no podrás, pero se que cada uno de los que te queremos y apreciamos y que te llevamos en nuestro corazón hará eso por ti, por que tu nunca morirás.

Ve, descansa, sonríe, coge tus alas, y protégenos siempre, porque ahora eres una nueva luz que brilla en el cielo, eres una estrella mas.

Te quiero, te queremos, por siempre y para siempre.

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