jueves, 6 de marzo de 2014

Una canción y muchos recuerdos




Hace un año exactamente pase tus últimas horas a tu lado. Cogiéndote
la mano con la mia y con la otra mi corazón.
Cuando murió mi madre no tuve la opción de hacer eso. No estaba
a su lado, no la pude decir adiós. Pero, con mi padre todo fue distinto. Las horas
eran largas. El adiós estaba claro que se produciria aunque no quisiera
decirlo. Y las lagrimas eran inevitables que cayeran por mis ojos.
El dolor hoy pesa igual que hace un año. Pero hoy brilla el
sol. Y hace un año no. Hoy el cielo es azul, en comparación a lo gris que fue
entonces.
La vida sigue siendo igual de jodida que entonces, pero hoy
te sientes un poco más fuerte y más sabio.

Hace unos meses fue mi cumpleaños. Estaba en Dublín ni mas
ni menos como había querido estar, escuchando música en directo, y como bien exprese en ese
día, en cierto modo el destino o mis ángeles de la guarda quisieron que no me
sintiera sola, que supiera que estaban ahí. Era como ver a mi padre tocar la
guitarra. Como escuchar a mí hermano cantar. Todo fue perfecto, el mejor regalo
de cumpleaños que alguien pudiera desear. Pero la verdad es que en ese momento
estaba sola. No había nadie más ahí con quien compartir ese momento, con quien
decir,  “mira, que casualidad, ahora
mismo si estuviera en Madrid estaría en un concierto de mi hermano escuchándole
cantar una canción justamente, de guns and roses”. Pero solo estaban en aquella
sala, los músicos y yo.
Y una vez mas la vida me enseño que esos momentos tan
especiales que a veces no tienes con quien compartir, te llevan a recordar
cuanto quieres a los que no están a tu lado, ya sea porque están lejos, o
porque se marcharon para siempre.

Hoy seria un día triste si estuviera lloviendo como ha hecho
todos estos días atrás. Pero ha salido el sol. Llorar y sentirse apenado cuesta
con el brillo de esa súper estrella en tu cara. Aun así no puedes evitar
sentirte triste claro esta. No puedes evitar sentir que ese dolor hoy más que ningún
día te pincha en el pecho. No puedes evitar como el aire a veces te falta
cuando respiras, o como los ojos te arden ante cualquier cosa que ves y que te
recuerda que ya no están.

Me considero joven, supongo que es porque aun lo soy. Y en
cierto modo me enfado con la vida. Si. Estoy enfadada con la vida. No es justo
que siendo tan joven ya no pueda disfrutar ni de mi madre ni de mi padre. Piensas
en cuantas cosas se han perdido y se perderán de mi vida o de la suya.
Nunca les conté cuando me enamore por primera vez de la música
o de las letras. A mi madre nunca le pude decir que hoy estoy orgullosa de que
me guste tanto algo como la fotografía y que en cierto modo consiga hacer una
buena foto de vez en cuando.
Con mi padre por lo contrario eso fue distinto.
Ahora entro en facebook, y miro cualquier álbum de fotos que
he subido a la red y en todos pone que le gusta. Y ver su nombre ahí te da
cierta alegría, sientes que de alguna manera sigue vivo. Que sigue aquí.
Que puedes coger el teléfono y llamarlo. O mejor aun, que
puedes ir a visitarle y estar con el un buen rato charlando de la vida, o de
nuestras cosas.

Entonces las lágrimas comienzan a caer inevitablemente por
tus mejillas. Te comienzas a sentir triste aunque haya salido el sol. Y sientes
como los recuerdos te golpean la mente. Recuerdas una canción. Y la pones. La escuchas
en silencio y dejas que la paz te inunde el alma, el corazón.
Porque esos acordes, esa melodía y esa letra te recuerdan a
tu padre, y sientes que aun sigue vivo.
Entonces una frase te viene a la cabeza “uno sigue vive si
lo recuerdan” y eso haces. Seguir recordando a esos ángeles que hoy habitan el
cielo. Y levantas la cabeza. Miras el cielo que hoy viste de un azul intenso. Y
sientes el calor del sol en la cara, y piensas que frente a la tristeza, eres
inmensamente feliz, porque una vez tuviste los mejores padres del mundo. Y en
cierto modo, hoy no te sientes tan pequeño, indefenso, o solo. Por que sabes
que vayas donde vayas, siempre van a estar ahí.

2 comentarios:

  1. Podría escribirte millones de palabras que suenen a consuelo o amabilidad, pero si te soy sincero, creo que no necesitas nada de eso. Si algo he aprendido con los años de ti, es que en estos momentos o se te da un abrazo y se te deja llorar, o mejor no molestarte. Yo no puedo darte un abrazo como mereces o mi hombro sobre el que llorar porque estoy lejos, pero haría cualquier cosa por estar ahí y ofrecerte lo que necesitas ahora mismo. Soy tu amigo, me tienes aquí, escríbeme, háblame, o simplemente siente que no estas sola. Y aunque la vida sea jodida como dices, también es bonita y lo sabes. Te quiero amiga. Sigue siendo tan fuerte como eres.

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    1. Hoy releeo esto que escribi hace un mes y medio o asi, y leo tus palabras, tan sabias y tan fuertes que me llegan y me abrazan como desearia ahora mismo que hicieras. Gracias por estar ahi, por leerme y muchas veces escucharme. Por hacerme sentir que no estoy sola y por hacerme creer que puedo ser fuerte. Yo tambien te quiero amigo :)

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