lunes, 15 de septiembre de 2014

Borrón y cuenta nueva

                                           
A veces me pongo a escribir sin pensar en lo que estoy escribiendo. Otras sin embargo se muy bien que escribo y por que lo hago.
Me basta con ponerme frente a la pantalla de mi ordenador y posar los dedos sobre las teclas del teclado para saber en ese instante que es lo que quiero escribir.
A veces comienzo escribiendo algo que quería expresar en ese momento y a lo largo del texto voy escribiendo cosas que me salen del corazón.

Muchos días tengo miedo. Miedo de equivocarme al tomar un camino u otro. Miedo de no acertar con las personas nuevas que llegan a mi vida o a las que he dado de nuevo una oportunidad. Miedo de que me vuelvan a decepcionar personas en las que invierto tiempo y vivencias. En las que confío mis secretos o mis preocupaciones. En las que llamo amigos y luego resultan no serlo.
Me da miedo despertarme un día como me ha pasado muchas veces y encontrarme sola o rodeada de gente interesada, de gente vacía, de gente que solo mira por si mismo y no por nadie mas.

A veces observo en silencio a las personas que me rodean, o que caminan a mí alrededor. Observo sus gestos, sus palabras, sus preocupaciones y problemas.
Y las conozco. Día tras día las voy conociendo y van formando parte de mi vida. Comparto momentos únicos, inolvidables. Algunos preciosos, otros no tanto.
Momentos que nos hacen reír o llorar. Momentos que recordaremos siempre o que quedaran en el olvido. Momentos en los que te sientes que junto a esa persona quieres caminar por el mundo, reír y reír cada día, contar siempre con ella.

Por eso cuando tienes que decir adiós es tan difícil…

Llevo queriendo escribir sobre esto hace tiempo, meses, quizá años, o simplemente semanas, que se yo. Pero se que lo llevo arrastrando conmigo.
¿Y como se es sincero cuando sabes que con tus palabras harás daño?
Lo eres porque sabes que no puedes mentir. Que una mentira duele mil veces más que una simple palabra sincera. Y eso hago.
Escribo por que me duele que me hagan daño. Hoy me duele que se aprovechen de mí. Me duele que crean que por ser buena soy tonta. Me duele que mis amigos que dicen ser amigos, realmente no lo sean y crean serlo cuando en verdad no lo son.
Me duele mirar a esa persona a la cara cuando comparte algo único conmigo y saber que no esta siendo sincero. Me duele cuando me dicen “eres mi mejor amiga” y luego no ser verdad.

A veces las personas se creen sus propias mentiras hasta tal punto que no saben ya diferenciar la realidad.
Creí que eso me pasaba a mí, que confundía los gestos, o las palabras. Que le daba vueltas a las cosas muchas veces por que me pesaban y me hacían daño. Que las personas no podían ser así si eran amigos míos, pero despiertas un día y abres los ojos y miras a la realidad a la cara porque esta frente a ti diciéndote que todo lo que has visto era cierto, y que cuando alguien te falla de tal manera que te duele mas de lo que podrías pensar, te das cuenta que ese amigo no era tan amigo y que vuestra amistad nunca fue tan grande, y ya dudas de si fue verdad.

Entonces tomas decisiones que marcaran tu vida en ese momento. Decides que ya no lo quieres más en tu vida, que ya no hay más oportunidades que dar porque sabes de sobra que diste muchas. Y ahora te toca dártela a ti mismo. Ser fuerte, ser valiente. Decir la verdad. Tu verdad.

Mi verdad es que hay personas en mi vida que me sobran. Personas en las que confié y creí que eran mis amigos. Personas que tal vez lean esto o tal vez no y les duela, o se rían en mi cara como me siento que han estado haciendo muchos años.
Personas que ya para mi no importan nada porque ellos solitos hicieron que así pasara.
Personas que siguen ahí pero que ya me dan igual.
Mi verdad es que di muchas oportunidades en mi vida a gente que no lo merecía y pensé que si.
Estuve ahí en todo momento de sus vidas, para lo bueno y sobre todo para lo malo y cuando yo lo he necesitado no han estado ahí, ni una llamada, ni un “que tal estas”. Y es duro ver que se te muera un padre para darte cuenta de quienes son tus amigos de verdad.

He tenido un año de margen para reflexionar y pensar en esto. Un año desde que me planteo la vida con otros ojos. Desde que desperté y volví a reencontrarme porque hace mucho que me perdí.
Ha sido intenso, y a la vez doloroso. Pero descubres con el paso del tiempo, al menos con un simple año, que a veces es mejor que no te digan que te quieren tanto cuando sabes que no es verdad.

Vuelvo a repetir que no por ser bueno has de ser tonto, y a mí en algún momento me tomaron por tonta. Y tal vez lo haya sido al confiar en quienes no debía de confiar. Al dar oportunidades que no debí dar.
Pero, me di cuenta con todo esto que siempre he sido de dar una oportunidad a las personas. De creer de verdad que algunos pueden cambiar, pueden mejorar, pueden abrir los ojos y darse cuenta de que se han equivocado. Si yo puedo hacerlo, ¿Por qué otros no?

Aunque haya ovejas negras no tenemos que tratar a todos por igual.
No todo el mundo es tan bueno, ni todo el mundo es tan malo, es verdad, pero el ser humano por excelencia suele ser egoísta y mirar por si mismo.
Hoy lo estoy haciendo yo. Creo que en todos estos años de vida que tengo, y en todas las oportunidades que he otorgado a mis amigos, me lo debo.
Me debo mirar por mí. Cubrirme las espaldas, y cerrar muchas puertas.

Hoy me levante pensando que ya era hora de hacer borrón y cuenta nueva. De decidir a quien quiero en mi vida y a quien no.
De hablar claro. De decir bien alto que ya estoy cansada de que me tomen el pelo o de que se aprovechen de mí. Que no soy el muñeco de nadie. Que ya muchos no me importan como yo no les he importado en sus vidas ni una sola vez. Que hoy camino, y no me hacen falta sus manos para continuar. Que estoy bien abrigada de mi gran familia y de mis buenos amigos, a los que les debo lealtad y les daré siempre mi oído, mis hombros y mi mano.
Así que basta ya de utilizarme, y decir cosas que no son verdad.
Basta ya de hacerme sentir especial cuando nunca lo he sido para algunos. Basta ya de mentirme en mi cara y de reíros a mis espaldas. Basta ya de hacer ver a la gente que siempre soy la mala. Basta ya de mentir y dañar.

Borrón y cuenta nueva… a veces es más fácil de lo que creemos volver a empezar.

2 comentarios:

  1. Hola amiga,acabo de leer tu blog aunque sabes que me cuesta entender lo que leo por mi enfermedad.Pero lo he leido detenidamente y creo que tienes mucha razin.Hay que darse la oportunidad de hacer borron y cuenta nueva.
    A ver si yo actualizo mi blog que esta abandonadísimo.
    Te quiero mucho preciosa y sabes que puedes contar conmig para lo que quieras.Un abrazo muy fuerte

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    1. Gracias por tus sinceras palabras. Me alegro de que formes parte de mi circulo :)
      Deberias de actualizar tu blog, e intenta escribir cosas mas alegres que tristes. Eso es algo muy bueno para el alma!!! Muaaaak!

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